¿Qué puede aportar la tecnología en la enseñanza de lenguas?

No existe lengua sino lenguas, lenguas en uso, y el uso que hacemos de ellas es para comunicarnos. La comunicación es la razón de ser de las lenguas, de tal modo que a la vez que aprendemos una lengua, aprendemos a comunicarnos, o viceversa, y debemos hacerlo en virtud de los medios que empleamos para nuestra comunicación.



Desde la invención de instrumentos como el estilete, la caña, el punzón o la pluma, que permitían a nuestros antepasados comunicarse a través de la escritura, dejando de paso su huella en la historia, las técnicas y tecnologías que hemos empleado para comunicarnos no han cesado de cambiar, especialmente en los últimos tiempos, al punto de surgir e implantarse esa ya trillada expresión que seguimos empleando con frecuencia: las nuevas tecnologías de la comunicación. 

Pues bien, si no queremos quedar aislados en la aldea global, habremos de adaptarnos a los nuevos medios, instrumentos y herramientas de comunicación. Si ya no usamos el bolígrafo ni la pluma para escribir cartas, poco sentido tendrá emplear mucho tiempo en enseñar y mejorar la caligrafía. Será más útil practicar la dactilografía, y es que si algo tiene en común el teclado de un móvil actual con la primera máquina de escribir, es la colocación de las letras en el teclado, cuyo diseño, conocido como QWERTY, se remonta a 1868.


Esta fue mi 1ª y única máquina de escribir

De este modo, no se pueden concebir las tecnologías de la comunicación como un ámbito externo a la enseñanza de lenguas, sino más bien como un ámbito consustancial, en tanto en cuanto son dichas tecnologías las que permiten la comunicación al tiempo que cambian y renuevan sus formatos. Por ejemplo, ya no nos limitamos a textos tradicionales, sino a hipertextos. Por todo ello, hablamos  de alfabetización digital.

Dado que, según el paradigma del enfoque comunicativo imperante, no aprendemos una lengua para usarla, sino que la usamos para aprenderla, necesitamos saber servirnos de las tecnologías de comunicación para poder usar esa lengua. Por tanto, las ventajas y aportes del empleo de esas tecnologías residen en esa necesidad ineludible en la que se basa el enfoque comunicativo, y se hallan en su capacidad para posibilitar los presupuestos principales de esta concepción pedagógica:

Así pues, permiten una enseñanza mediante tareas, a la vez que promueven un trabajo colaborativo entre alumnos, proporcionando además un contexto real y auténtico para las actividades pedagógicas.
Empleando herramientas en línea como los chats, foros, correos electrónicos o blogs como este mismo, los alumnos hacen un uso comunicativo y significativo de la lengua en un contexto real que se puede emplear, y se emplea de hecho, fuera del aula, repercutiendo en la autonomía de los aprendices.

Otras ventajas que permiten son:
  • El acceso a corpus y diccionarios online, así como a información globalizada
  • El desarrollo de destrezas de comunicación interpersonal y de auto aprendizaje, incidiendo en la autonomía
  • Una doble interactividad con los materiales y con las personas.
  • Un entorno más motivador y más abierto y propicio al intercambio intercultural
  • Una experiencia del aprendizaje más en consonancia con los aprendices actuales, sus formas de comunicación y sus géneros discursivos.

Comentarios

  1. Buena entrada, Carlos, pero no olvides citar los artículos en los que te apoyes. Cuando puedas, actualiza el blogroll.

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    1. Muchas gracias, Ocarina. Lo cierto es que no me he apoyado en ningún artículo concreto, sino que he ido recordando cosas que he aprendido de diversas fuentes. Si tuviera que acreditar fuentes, diría que la idea de que no hay lenguas sino lenguas, con la que comienzo, es del lingüista Humboldt, y lo escuché en un podcast en francés que ya ni siquiera recuerdo, pero la idea y el nombre del lingüista se me quedaron grabadas.
      La idea del teclado QWERTY, al que hago referencia, la escuché en el audio que pusieron el año pasado en las oposiciones a Profesor de Secundaria de inglés, y también fue algo que se me quedó grabado, pero nunca he tenido a la fuente original, que posiblemente fuera algún podcast australiano. Lo que sí tuve que consultar con Google fue la fecha en que se patentó el diseño de este teclado. También reconozco que usé Google para buscar "instrumentos de escritura antiguos", para dar con el estilete, etc, y sacar la imagen que aparece, pero no me detuve a mirar la fuente. El resto de conceptos que manejo en el artículo (hipertextualidad, aldea global...) los he leído y escuchado tantas veces que los uso como si formaran parte de mi "paleta" de colores, pero no he sacado nada de ningún artículo específico. Las ideas más relacionadas con la didáctica de ELE son, obviamente, fruto del Máster en DELE, pero no sabría ahora atribuir qué a quién. Lo que sí empleé fue mucho tiempo a discurrir y a redactar mis ideas lo mejor posible, cosa que disfruté haciendo.

      Disculpa el "rollo", pero es la forma que encuentro de dar forma a los "créditos".

      Ya he incluido los blogs de los compañeros en el blogroll, y he aprovechado para ver sus entradas, donde he encontrado ideas y cosas muy interesantes.

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    2. Por cierto, he aprovechado para eliminar la foto que tenía del teclado de una máquina de escribir que tomé de internet, sin fijarme en la cuestión de los derechos de autor, para sustituirla con una que he tomado de la máquina de escribir que heredé de mi madre, y con la que escribí mis primeros trabajos a máquina en el colegio. ¡Qué recuerdos!

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